Siempre quise cumplir años el 29 de febrero, desde chiquita me ha parecido increíble que exista un día de más en el año. Un día extra por vivir, cada 1,460 días; una oportunidad más, ¿o un desperdicio más? Tenemos ocasiones de sobra… Todo el tiempo: Para dar, tenemos Navidad; para cambiar, Año Nuevo; para demostrar nuestro amor, está el 14 de febrero; para admirar a nuestra madre, el 10 de mayo; para luchar por la mujer, el 8 de marzo no falta. Pero, ¿Qué pasa si dejamos de regirnos por fechas y comenzamos a ser felices un día cualquiera? ¿Y si luchamos por nuestros sueños desde antes de que amanezca? Un día extra por vivir, cada 35,040 horas. Y aún así, lo utilizamos para lo mismo… Porque lo que nos falta, no son pretextos para volar hacia nuestros sueños, tampoco son motivos para hacerlo: Lo que nos falta tiene por nombre valentía. Valentía para correr y tropezar(nos), para volar y caer(nos), intentar y romper(nos) elevar(nos) y perecer
Pedacitos de mí se describen poco a poco y se van entrelazando como un rompecabezas que me conforma. Me salgo de mi realidad y la siento como si la observara desde fuera, entonces surgen mis letras. Me miro como si alguien más lo hiciera, y entonces, me escribo. Me gusta escribir con sentimientos y pasión, por eso, me agrada mantener mis textos en su primera versión; saliendo del corazón.