Esa sensación que solamente podría generarte una película, ahora me la genera la vida a cada instante.
Puede terminar, claro, lo sé.
Pero actualmente, sólo me importa disfrutarla por completo.
Me invaden las ganas de llorar, un llanto hermoso, de alegría y emoción por la vida, por mi estado actual. Por la paz. Siempre creí que era imposible llorar de alegría, me parecía una tontería; ahora veo lo equivocada que estaba.
No hay manera de plasmar tantos sentimientos en unas cuantas letras. Tanto invadiendo tu ser, vaya, en verdad es imposible.
Siento que floto, el mundo sigue girando como lo ha hecho siempre a mi alrededor, pero ahora me detengo más. Lo observo. Lo disfruto. Lo gozo. Gozo cada instante, incluso disfruto cuando me detengo a mirar a alguien más siendo feliz, me disfruto cuando estoy siendo feliz. Disfruto cada instante. Saboreo cada detalle que se cruza por mi vida.
Ahora, al morder un chocolate, me deleito con cada pedacito rozando por mi lengua...
Ahora, me deleito con cada pedacito que pasa por mi vida.
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