Es indescriptible lo que sentí al mirar el cielo esta noche, se encontraba tan profundo. Era infinito. Las estrellas lo cubrían por completo. Sobre mi rostro se sentía el viento con el avanzar del automóvil, mientras yo levantaba la vista y me perdía una vez más entre millones de pensamientos y estrellas posando frente a mí. Total libertad. Hermosa libertad se presentaba ante mí y me hacía gozar de cada instante vivido, de cada pensamiento alcanzado y de cada imagen capturada por mi vista. Sin miedo me atrevía a levantarme y sacar, aunque sea por un instante, mi cabeza por el quemacocos; entonces, todo se maximizaba, mis latidos se aceleraban pues, por un momento finito, me hacía infinita junto con las estrellas.
Es indescriptible lo que sentí al mirar el cielo esta noche, se encontraba tan profundo. Era infinito. Las estrellas lo cubrían por completo. Sobre mi rostro se sentía el viento con el avanzar del automóvil, mientras yo levantaba la vista y me perdía una vez más entre millones de pensamientos y estrellas posando frente a mí. Total libertad. Hermosa libertad se presentaba ante mí y me hacía gozar de cada instante vivido, de cada pensamiento alcanzado y de cada imagen capturada por mi vista. Sin miedo me atrevía a levantarme y sacar, aunque sea por un instante, mi cabeza por el quemacocos; entonces, todo se maximizaba, mis latidos se aceleraban pues, por un momento finito, me hacía infinita junto con las estrellas.
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