Nunca antes me sentí así.
Simplemente es algo que no puedo explicar. Arde muy dentro de mí, me llena…
Se desborda por cada centímetro de mi piel. Pero, al mismo tiempo, es sutil;
suceden mil cosas a mi alrededor y eso se mantiene. Es algo asombroso, es increíblemente satisfactorio. Es una paz indescriptible. Es hermosa.
Nunca antes me sentí así. ¡Tan libre! Tan llena. Llena de nadie. Llena de nada. Más que de mí.
Nunca antes me sentí de este modo tan extraordinario. Sintiéndome tan asombrosa y disfrutándome a cada instante; sin esperar que alguien más lo haga porque es suficiente así, sin necesidad de que alguien lo note porque yo puedo sentirlo. Nunca antes me sentí tan segura de salir sola a la calle sin importar absolutamente nada más que estar, ser y disfrutar.
Nunca antes me sentí tan segura aun sin saber qué sucederá. Siempre quise mantener el control de las cosas que pasaban en mi vida, lo que pasaba a mi alrededor y las personas que estaban cerca; que todo estuviera perfecto. Pero ahora, me siento tan libre, me siento tan bien. No importa lo que pase, nada parece ser tan grave como antes. Me siento segura.
Nunca antes me sentí de este modo, tan tranquila; pareciera que hay algo que encapsula esto, no importa si no estoy con la persona que quería y pensaba que era para mí o si las cosas no salen como planeaba porque, al final, ya no siento que sea tan grave. Ya no me siento culpable a cada instante, solía sentirme mal por todo; si no hacía lo que mi mamá esperaba, si no actuaba como otros deseaban… Sí, tal vez hacía las cosas que quería, pero aún así sentía algo incómodo, como si estuviera haciendo algo malo. Ahora me siento libre, me siento plena, me siento yo misma completamente. Y no me siento culpable por hacerlo.
Miro hacia atrás y me doy cuenta de lo difícil que han sido tantas cosas, pero miro el camino que he atravesado y me invade la emoción, quiero llorar, quiero reír, quiero gritar… Siento cómo recorre mi cuerpo esa emoción, ese orgullo que me grita ¡lo estás logrando! Cada paso avanzado, cada huella, cada golpe, cada cicatriz ha valido la pena. Porque hoy, eres mejor que ayer; porque mañana serás mejor aún. Porque estás encontrando la mejor versión de ti. Y cada día que pase, encontrarás una mejor y una mejor ¡y una mejor!
Así que no, no te rindas; si estás pasando por un momento tan difícil que te hace sentir que jamás saldrás, no te preocupes, todo pasa y todo mejora. Y no, de ninguna manera saldrás de esta siendo la misma persona porque aprenderás tantas cosas que será imposible que seas igual que antes, serás mucho mejor si sabes utilizar y aprovechar cada experiencia.
Simplemente es algo que no puedo explicar. Arde muy dentro de mí, me llena…
Se desborda por cada centímetro de mi piel. Pero, al mismo tiempo, es sutil;
suceden mil cosas a mi alrededor y eso se mantiene. Es algo asombroso, es increíblemente satisfactorio. Es una paz indescriptible. Es hermosa.
Nunca antes me sentí así. ¡Tan libre! Tan llena. Llena de nadie. Llena de nada. Más que de mí.
Nunca antes me sentí de este modo tan extraordinario. Sintiéndome tan asombrosa y disfrutándome a cada instante; sin esperar que alguien más lo haga porque es suficiente así, sin necesidad de que alguien lo note porque yo puedo sentirlo. Nunca antes me sentí tan segura de salir sola a la calle sin importar absolutamente nada más que estar, ser y disfrutar.
Nunca antes me sentí tan segura aun sin saber qué sucederá. Siempre quise mantener el control de las cosas que pasaban en mi vida, lo que pasaba a mi alrededor y las personas que estaban cerca; que todo estuviera perfecto. Pero ahora, me siento tan libre, me siento tan bien. No importa lo que pase, nada parece ser tan grave como antes. Me siento segura.
Nunca antes me sentí de este modo, tan tranquila; pareciera que hay algo que encapsula esto, no importa si no estoy con la persona que quería y pensaba que era para mí o si las cosas no salen como planeaba porque, al final, ya no siento que sea tan grave. Ya no me siento culpable a cada instante, solía sentirme mal por todo; si no hacía lo que mi mamá esperaba, si no actuaba como otros deseaban… Sí, tal vez hacía las cosas que quería, pero aún así sentía algo incómodo, como si estuviera haciendo algo malo. Ahora me siento libre, me siento plena, me siento yo misma completamente. Y no me siento culpable por hacerlo.
Miro hacia atrás y me doy cuenta de lo difícil que han sido tantas cosas, pero miro el camino que he atravesado y me invade la emoción, quiero llorar, quiero reír, quiero gritar… Siento cómo recorre mi cuerpo esa emoción, ese orgullo que me grita ¡lo estás logrando! Cada paso avanzado, cada huella, cada golpe, cada cicatriz ha valido la pena. Porque hoy, eres mejor que ayer; porque mañana serás mejor aún. Porque estás encontrando la mejor versión de ti. Y cada día que pase, encontrarás una mejor y una mejor ¡y una mejor!
Así que no, no te rindas; si estás pasando por un momento tan difícil que te hace sentir que jamás saldrás, no te preocupes, todo pasa y todo mejora. Y no, de ninguna manera saldrás de esta siendo la misma persona porque aprenderás tantas cosas que será imposible que seas igual que antes, serás mucho mejor si sabes utilizar y aprovechar cada experiencia.
Escrito por: Cecilia Abreu
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