Y que nos juzguen de locos.
Sí. Sí. Sí.
Que te juzguen de loco
porque vas caminando por la calle
brincando como caperucita en busca de su abuelita
mientras miras el cielo verde y las hojas azules
y tus ojos sonríen mientras tus oídos gritan.
Que te abucheen por loco
mientras observas las nubes cafés
y das saltos de euforia en la tierra blanca.
Escucha cómo te juzgan de loco
a causa de tu baile impetuoso por el jardín
que provoca a tus huesos escapar.
Disfruta que te señalen de loco
porque vas observando alrededor de ti,
te encuentras con pájaros corriendo
y venados volando por el cielo.
Presta atención cuando te tachen de loco
por andar sonriendo adonde quiera que vayas,
dándole buenos deseos a quien quiera que te encuentres
porque has visto narices latiendo
y corazones respirando.
Que te nombren como quieran
loco, chiflado, demente...
Y nunca descubran que,
en realidad, tú eres osado, valiente...
Un verdadero apasionado por la vida.
Sí. Sí. Sí.
Que te juzguen de loco
porque vas caminando por la calle
brincando como caperucita en busca de su abuelita
mientras miras el cielo verde y las hojas azules
y tus ojos sonríen mientras tus oídos gritan.
Que te abucheen por loco
mientras observas las nubes cafés
y das saltos de euforia en la tierra blanca.
Escucha cómo te juzgan de loco
a causa de tu baile impetuoso por el jardín
que provoca a tus huesos escapar.
Disfruta que te señalen de loco
porque vas observando alrededor de ti,
te encuentras con pájaros corriendo
y venados volando por el cielo.
Presta atención cuando te tachen de loco
por andar sonriendo adonde quiera que vayas,
dándole buenos deseos a quien quiera que te encuentres
porque has visto narices latiendo
y corazones respirando.
Que te nombren como quieran
loco, chiflado, demente...
Y nunca descubran que,
en realidad, tú eres osado, valiente...
Un verdadero apasionado por la vida.
Comentarios
Publicar un comentario