Ir al contenido principal

Presente

 Yo, al igual que todos, ya quiero que te vayas.

No me agradas.


Pero hay algunas cosas que quiero que se queden cuando tú no estés: 


La gente saboreando la vida,

viviendo sin prisa...

Regalando sonrisas,

amor, 

apoyo...

Humanidad.


Vete, vete ya.

Pero deja la humanidad en las personas. 


Vete,

pero que permanezca el sabor de vivir cada instante...

Que el nombre del día en el que vivimos siga en el olvido,

como ahora que los días dejaron de ser importantes

y comenzó a serlo el presente.


El presente que vivimos acabará por esfumarse

y convertirse en recuerdos,

pero, cuando tú ya no estés, quiero que hayamos aprendido a quedarnos presentes.


Escrito por: Cecilia Abreu


Comentarios

Entradas más populares de este blog

Amar como a los gatos

Siempre nos han dicho que los perros enseñan a amar incondicionalmente. Pero hoy, mientras comía con Rita, me pregunté si ella estaba conmigo porque le doy comida o porque de verdad me quiere. Me di cuenta de que tal vez nunca tendré la respuesta con total certeza. Entonces reflexioné: Eso no cambia en lo absoluto el amor que yo le tengo. Que es enorme, por cierto. Pienso ahora que en realidad quienes nos enseñan a amar incondicionalmente son los gatos . Los perros lo hacen, sin duda. Nos aman incondicionalmente, pero eso no hace que nosotrxs sepamos hacerlo o aprendamos en automático. En cambio, los gatos te hacen amar así.  ¿No es el aprendizaje poder hacer algo más que mirarlo solamente? A mí me gusta amar como se ama a los gatos. Con libertad. Con la libertad de irse cuando así lo decidan, pero feliz por cada instante que deciden quedarse . Escrito por: Cecilia Abreu

(¿) Debilidad (?)

Se cree que es débil. Aquel que le permite a las gotitas saladas recorrer sus mejillas, el que escribe que trae apachurrado el corazón, quien evita cocinar o quien pasteles quiere hornear, ese que se recuesta a pensar mientras observa el techo, o cualquiera que busque un espacio para la soledad, el que no permite a sus músculos moverse hacia ningún lugar, quizás también el que sube los decibeles para no oír, el que huye con el agua recorriendo su cuerpo en la ducha, el que busca a alguien para platicar. Se cree que es débil, quien está  triste, cualquiera que esté triste; en especial, si se atreve a hacerlo notar. Si se atreve a exponer(se). Atrever. Atrever(se). Atreverse. Si tan solo encontraran los sinónimos de la conjugación de estas nueve letras. Si el mundo se detuviera y mirara la definición de estas nueve letras juntas. Entonces vería el valor . Y sabría, tendría una mínima idea, una imagen cercana, podría vislumbrar: la valentía

El amor no se mide en tiempo

El amor no tiene unidad de medida, y por eso mucha gente se confunde, acaban midiéndole por horas, días o años. Llevan la cuenta, la suma de los días compartidos como un sinónimo del crecimiento del amor. ¿Pero es que acaso el amor se puede medir? Me parece que no puede medirse con justa intención, ya puedo escuchar a miles de parejas discutiendo "¿Por qué tu amotómetro dice que hoy me amas 8 si yo te estoy amando 10?" "¡Esta semana tu amotómetro marcó 6!". Puedo imaginar infinitos pleitos como consecuencia de un amor medible. Pero es que, ¿acaso este consideraría los altibajos emocionales? ¿Los problemas laborales? ¿Las preocupaciones familiares? A veces amamos en segundo plano. Amar a una persona no significa entregarte toda, sin que existan ya otras esferas en tu vida. ¿El amotómetro sabría eso? Imagino que inventar tal artefacto sería un revoltijo tan grande, que la Creadora del universo optó por no entregárnoslo. Tal vez sí lo creó. Pero viendo que la humanidad