Yo, al igual que todos, ya quiero que te vayas.
No me agradas.
Pero hay algunas cosas que quiero que se queden cuando tú no estés:
La gente saboreando la vida,
viviendo sin prisa...
Regalando sonrisas,
amor,
apoyo...
Humanidad.
Vete, vete ya.
Pero deja la humanidad en las personas.
Vete,
pero que permanezca el sabor de vivir cada instante...
Que el nombre del día en el que vivimos siga en el olvido,
como ahora que los días dejaron de ser importantes
y comenzó a serlo el presente.
El presente que vivimos acabará por esfumarse
y convertirse en recuerdos,
pero, cuando tú ya no estés, quiero que hayamos aprendido a quedarnos presentes.
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