El amor no tiene unidad de medida, y por eso mucha gente se confunde, acaban midiéndole por horas, días o años. Llevan la cuenta, la suma de los días compartidos como un sinónimo del crecimiento del amor. ¿Pero es que acaso el amor se puede medir? Me parece que no puede medirse con justa intención, ya puedo escuchar a miles de parejas discutiendo "¿Por qué tu amotómetro dice que hoy me amas 8 si yo te estoy amando 10?" "¡Esta semana tu amotómetro marcó 6!". Puedo imaginar infinitos pleitos como consecuencia de un amor medible. Pero es que, ¿acaso este consideraría los altibajos emocionales? ¿Los problemas laborales? ¿Las preocupaciones familiares? A veces amamos en segundo plano. Amar a una persona no significa entregarte toda, sin que existan ya otras esferas en tu vida. ¿El amotómetro sabría eso? Imagino que inventar tal artefacto sería un revoltijo tan grande, que la Creadora del universo optó por no entregárnoslo. Tal vez sí lo creó. Pero viendo que la humanidad
Pedacitos de mí se describen poco a poco y se van entrelazando como un rompecabezas que me conforma. Me salgo de mi realidad y la siento como si la observara desde fuera, entonces surgen mis letras. Me miro como si alguien más lo hiciera, y entonces, me escribo. Me gusta escribir con sentimientos y pasión, por eso, me agrada mantener mis textos en su primera versión; saliendo del corazón.