Ir al contenido principal

El amor no se mide en tiempo

El amor no tiene unidad de medida,

y por eso mucha gente se confunde,

acaban midiéndole por horas, días o años.

Llevan la cuenta, la suma de los días compartidos

como un sinónimo del crecimiento del amor.


¿Pero es que acaso el amor se puede medir?

Me parece que no puede medirse con justa intención,

ya puedo escuchar a miles de parejas discutiendo

"¿Por qué tu amotómetro dice que hoy me amas 8 si yo te estoy amando 10?"

"¡Esta semana tu amotómetro marcó 6!".

Puedo imaginar infinitos pleitos como consecuencia de un amor medible.


Pero es que, ¿acaso este consideraría los altibajos emocionales? ¿Los problemas laborales? ¿Las preocupaciones familiares?


A veces amamos en segundo plano.

Amar a una persona no significa entregarte toda, sin que existan ya otras esferas en tu vida.

¿El amotómetro sabría eso?


Imagino que inventar tal artefacto sería un revoltijo tan grande, que la Creadora del universo optó por no entregárnoslo.

Tal vez sí lo creó.


Pero viendo que la humanidad, incluso sin este artelugio podría extinguir el amor intentando medirlo, lo escondió donde no podamos encontrarlo.

Si es que se tomó la molestia de crearlo.


Pienso que miró al amor, tan maravilloso, que pronto descubrió que no necesitaba medirse.

Pero eso sí, lo haría arder en el corazón como un chocolatito caliente en medio del frío, porque sí se podría sentir.


Haría que lo encontremos en abrazos, besos, apapachos infinitos.


Al darse cuenta de que el amor podía sentirse como un hogar, en paz. Supo que medirlo no era necesario y restó ese peso innecesario a la humanidad.


Escrito por: Cecilia Abreu

















Comentarios

Entradas más populares de este blog

Volver

No quiero ponerle pausa a la explosión  Necesito volar Pincharme con las espinas de la Ceiba Arder con sal de (a)mar  Mundos alternos ver andar junto a mí  Sentirme con sus sentidos Recibir el agua del cielo  Ser el fango de donde nace el manglar Escrito por: Cecilia Abreu

Soy una flor

  A veces creo que soy una flor  Porque parece que me arrancan las hojas, los pétalos con cada decepción, con cada dolor . L legué a este mundo con todas mis hojas, con todos mis pétalos Y ya no me queda ninguno Me los arrancaron todos  Pero queda mi centro  Ese que mi tallo sostiene  Mi tallo también, ya sin fuerzas, a veces cae hasta la tierra  Pero a veces alguien lo riega y se vuelve a levantar  Mientras mi centro sigue ahí seguiré con mucha fuerza y también sin ella

Los años que se quedan

Veo pasar la vida en un segundo  No me da miedo morir Pero sí que la vida se me vaya Miro hacia atrás y añoro Los años que se quedan Los recuerdos que olvido Atesoro los que vivo hoy Tanto que temo que también Se me escapen Porque hay personas  Que ya no vendrán mas Después de este presente Quedarán como aquellos Recuerdos que hoy son nostalgia Con semillas sembradas Que germinan Sin que ellas miren Escrito por: Cecilia Abreu