Hoy quiero pedirte un favor. Toma un espejo y mira detenidamente a quien tienes enfrente; a ese sujeto, grítale… Repróchale por todo lo que ha hecho mal, por todo lo que ha hecho y te ha provocado dolor, por todas las veces que te ha lastimado; díselo todo. Grítale tanto como merece, por todas aquellas veces que debió actuar y no lo hizo o por todas esas veces que no debió actuar y sí lo hizo; por todas las veces que echó todo a perder, descaradamente. Dile lo harto que te encuentras de que te falle una y otra vez. No tengas ni un poquito de piedad, nadie te escucha, díselo todo sin ningún filtro. Ahora, necesito pedirte otra cosa; por favor… Detente un momento, sécate las lágrimas que ruedan por tu mejilla. Mira nuevamente a ese individuo que se encuentra frente a ti. Pídele perdón, pídele perdón por todas aquellas veces en que le has fallado. Dile cuánto lamentas haberlo lastimado, cuéntale que no fue tu intención. Háblale de cuánto te has esf
Pedacitos de mí se describen poco a poco y se van entrelazando como un rompecabezas que me conforma. Me salgo de mi realidad y la siento como si la observara desde fuera, entonces surgen mis letras. Me miro como si alguien más lo hiciera, y entonces, me escribo. Me gusta escribir con sentimientos y pasión, por eso, me agrada mantener mis textos en su primera versión; saliendo del corazón.