Entre 12 miradas, cuatro paredes cubiertas de blanco. Todo parece detenerse. Ojos quietos, almas sin vida. En el interior todo se percibe lento... Pero afuera, el mundo corre, va deprisa y no se detiene ni por un instante. Por mucho que intentas alcanzarlo, continúa a gran velocidad. Acelera. No puedes retenerlo. Continúas intentándolo Corres. Das pasos grandes, veloces. Es imposible. Pero al menos consigues detenerlo por un momento... entre una y otra palabra. Escrito por: Cecilia Abreu
Pedacitos de mí se describen poco a poco y se van entrelazando como un rompecabezas que me conforma. Me salgo de mi realidad y la siento como si la observara desde fuera, entonces surgen mis letras. Me miro como si alguien más lo hiciera, y entonces, me escribo. Me gusta escribir con sentimientos y pasión, por eso, me agrada mantener mis textos en su primera versión; saliendo del corazón.