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Mostrando las entradas de mayo, 2018

Encierro

Entre 12 miradas, cuatro paredes cubiertas de blanco. Todo parece detenerse. Ojos quietos, almas sin vida. En el interior todo se percibe lento... Pero afuera, el mundo corre, va deprisa y no se detiene ni por un instante. Por mucho que intentas alcanzarlo, continúa a gran velocidad. Acelera. No puedes retenerlo. Continúas intentándolo Corres. Das pasos grandes, veloces. Es imposible. Pero al menos consigues detenerlo por un momento... entre una y otra palabra. Escrito por: Cecilia Abreu

Locos

Y que nos juzguen de locos. Sí. Sí. Sí. Que te juzguen de loco porque vas caminando por la calle brincando como caperucita en busca de su abuelita mientras miras el cielo verde y las hojas azules y tus ojos sonríen mientras tus oídos gritan. Que te abucheen por loco mientras observas las nubes cafés y das saltos de euforia en la tierra blanca. Escucha cómo te juzgan de loco a causa de tu baile impetuoso por el jardín que provoca a tus huesos escapar. Disfruta que te señalen de loco porque vas observando alrededor de ti, te encuentras con pájaros corriendo y venados volando por el cielo. Presta atención cuando te tachen de loco por andar sonriendo adonde quiera que vayas, dándole buenos deseos a quien quiera que te encuentres porque has visto narices latiendo y corazones respirando. Que te nombren como quieran loco, chiflado, demente... Y nunca descubran que, en realidad, tú eres osado, valiente... Un verdadero apasionado por la vida. Escrito por: Cecilia A

Detente

Hasta que no arda todo dentro de tu ser, hasta que no haya una explosión en tu interior... Hasta que no adviertas que es algo incontrolable, algo espléndido estallando en tus aurículas y ventrículos. Hasta que no sientas que se te rompe el pecho, por el latido tan fuerte con mirar su rostro… Hasta que no incendie desde lo más recóndito que hay en ti. Hasta que no conozcas la noche, la oscuridad que habita en su espíritu; hasta que tu día no ilumine a su noche y su día no ilumine a tu noche… Hasta que no sea suficiente para tirarte, para decir que sí; sin ningún miedo, sin dudar, sin ver atrás… Hasta entonces… Permanece ahí sentado. Escrito por: Cecilia Abreu